Capítulo I - Situación general
Ámbito geoestratégico
3. El marco geográfico Atlántico Sur comprende una extensa zona
costera de tres continentes (América, África y Antártida), que encierra
una de las superficies oceánicas más extensas del mundo.
4. Se comunica al Norte con el Atlántico Norte a través del
estrechamiento situado entre la saliente Nordestina del Brasil y la zona
del Cabo Blanco en África, al Este con el Océano Índico entre la
saliente Sudafricana y las costas de la Princesa Ragnhild en la
Antártida, y al Oeste con el Océano Pacífico a través del Pasaje Drake,
el canal del Beagle y el Estrecho de Magallanes.
5. Este amplio y vinculante espacio oceánico encierra una cantidad de
islas y archipiélagos separados entre sí, a veces por enormes
distancias. En su parte Norte se presenta la isla Trinidad,
perteneciente al Brasil, y las islas Gough, Tristán da Cunha, Santa
Elena y Ascensión, pertenecientes a Gran Bretaña. Al Sudeste, la isla
Bouvet de Noruega y, en la parte Sur, se sitúa la región del conflicto
que nos ocupa: las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur,
ocupadas por el Reino Unido y cuya soberanía es reclamada por la
República Argentina.
6. La particular situación de los archipiélagos australes mencionados
hace que éstos se proyecten fundamentalmente sobre el Pasaje Drake y el
Continente Antártico. En ambos aspectos, la posición, clima y
conformación de las Islas Malvinas son particularmente importantes, ya
que desde sus bases puede ejercerse una efectiva presencia en la
comunicación entre los océanos Altántico Sur y Pacífico, y son un
adecuado punto de apoyo para las operaciones antárticas por parte de los
países que no pertenecen al Cono Sur Americano. De allí su importancia
para el Reino Unido o cualquier otra potencia que pretenda ejercer una
presencia política o militar en el área.
7. Pero, intrínsecamente, la geografía conforma, por sí misma, sólo el
elemento natural en el que se desarrollan los hechos políticos.
Para que aquélla asuma una significación de orden geopolítico, debe
estar imbricada por la influencia de la actividad humana.
8. En este aspecto, el valor geo-económico de la región es relativo, ya
que la mayor parte de él se refiere a un orden potencial. El recurso más
explotado es la pesca, y entre los recursos potenciales no renovables,
cabe destacar que la plataforma epicontinental argentina, en la cual se
hallan basadas las Islas Malvinas, es rica en nódulos de manganeso,
hierro, níquel, cobalto, silicio ferroso y cromo. Pero los que adhieren
particular significación son los probables recursos de hidrocarburos,
especialmente los de la Cuenca Marina Austral y la denominada Malvinas
Norte, con reservas que pueden llegar a ser más importantes que los
depósitos del Mar del Norte.
9. La importancia del Atlántico Sur desde el punto de vista estratégico
no se deriva de los recursos renovables o no renovables, reales o
potenciales que pudiere ofrecer, sino que ella proviene de su tráfico
marítimo, ya que más de 200.000 barcos surcan sus aguas por año,
enarbolando banderas de numerosos países, pero particularmente de Europa
Occidental.
10. Dentro de este tráfico marítimo, hay uno de especial relevancia
estratégica: el transporte de crudo. Aproximadamente el 80% del petróleo
que abastece a Europa occidental desde el Golfo Pérsico y el 40% de las
importaciones de los EE.UU. recorren las aguas del Atlántico Sur por la
vía de la Ciudad del Cabo, en búsqueda de los puertos del Hemisferio
Norte.
11. De este tráfico mencionado, sólo una pequeña parte lo hace por la
ruta del Pasaje Drake y la región del conflicto austral. Pero, teniendo
en cuenta que la totalidad del tráfico marítimo de nuestro país debe
necesariamente cruzar las aguas del Atlántico Sur, en su ruta a puertos
de ultramar, donde se colocan nuestras exportaciones y se obtienen los
insumos básicos para la industria nacional, puede afirmarse que el
control de esas vías de comunicación asume un rol vital para la Nación.
12. Al respecto, el control de los pasos interoceánicos del Cono Sur
puede llegar a asumir una importancia significativa en caso de un
conflicto regional o mundial que pudiese afectar al Canal de Panamá, vía
de comunicación marítima vital entre el Pacífico y el Atlántico, cuyo
tráfico se vería así derivado al Estrecho de Magallanes, el Canal de
Beagle y, particularmente, el Pasaje Drake.
13. La presencia de una potencia ajena a la región, ocupando política y
militarmente los archipiélagos australes motivo del conflicto del
Atlántico Sur, junto a su actitud agresiva que lesiona las aspiraciones
de la República Argentina sobre esos territorios, adquiere, de esta
forma, una proyección de enorme trascendencia sobre objetivos
permanentes de la Nación, cercena su integridad territorial, condiciona
sus vías esenciales de comunicación y estratégicamente el equilibrio de
poder en el Cono Sur del Continente.