Malvinas / Historia
Las relaciones anglo-argentinas después del conflicto de Malvinas. Julio de 1982 a julio de 1989.
- La cuestión de la soberanía: disputa en los organismos internacionales
Poco después de finalizar su mandato, el ex-presidente Alfonsín
sostuvo que su gobierno debió "remontar la situación que había
creado la irresponsable acción militar del gobierno de facto." Por
ese motivo, adoptó como política de su gobierno en el tema de
Malvinas "actuar en todos los frentes que nos permitieran
fortalecer... [los] intereses" del gobierno argentino. Entre otros,
menciona las Naciones Unidas (1). De este modo, los foros
internacionales fueron el ámbito donde la acción argentina concentró
sus esfuerzos. Estos también incluyeron a la Organización de Estados
Americanos y el Movimiento de los No Alineados. Para algunos, la
diplomacia argentina se centró demasiado en este último organismo y,
en particular, contó con el apoyo moral de los países miembros más
radicalizados. A tal efecto Cuba sirvió como un canal informal para
obtener el apoyo del grupo a la causa argentina (2).
Los representantes argentinos debieron dedicar mucho esfuerzo
para mejorar la imagen del país en esos foros. Para ello, no dejaron
de enfatizar que con la democracia, el país tenía ahora el deseo de
resolver la disputa por medios pacíficos y de acuerdo con las normas
de la comunidad internacional. Los costos de la guerra para la
Argentina habían sido altos y demostraron que difícilmente podría
sostener una nueva aventura militar. Ahora sabía que recurriendo a
la fuerza para resolver el tema contaría con la oposición del
Consejo de Seguridad, con una respuesta mixta del Tercer Mundo y la
oposición conjunta de Gran Bretaña y los Estados Unidos.
De este modo, la Argentina continuó denunciando que en todos
esos años el Gobierno del Reino Unido continuaba ignorando las
solicitudes de la comunidad internacional y mantenía una situación
anacrónica de colonialismo en perjuicio de la integridad territorial
de otro estado. Por ejemplo, en 1985, el ministro Caputo denunció
ante la Asamblea General de las Naciones Unidas que, a pesar de las
repetidas solicitudes de la comunidad internacional para hallar una
solución pacífica a la disputa, Gran Bretaña continuaba con la
ocupación ilegal de una parte del territorio Argentino. Como
consecuencia, "el Reino Unido rehusa iniciar negociaciones totales y
serias" (3).
El resultado de las votaciones de las resoluciones sobre las
negociaciones anglo-argentinas arrojaron un resultado favorable a la
posición argentina de iniciar las negociaciones sobre todos los
aspectos inmediatamente.
Votación de las resoluciones de la ONU sobre las negociaciones anglo-argentinas post 1982
Año |
Resolución |
A favor |
En contra |
Abstenciones |
1982 |
37/9 |
90 |
12 |
52 |
1983 |
38/12 |
87 |
9 |
54 |
1984 |
39/6 |
89 |
9 |
54 |
1985 |
40/21 |
107 |
4 |
41 |
1986 |
41/40 |
116 |
4 |
34 |
1987 |
42/19 |
114 |
5 |
36 |
1988 |
|
109 |
5 |
37 |
Fuentes: Beck 1988, 176; Carbajal 1997, 14.
La decisión del gobierno argentino de recurrir a los foros
internacionales pareció haber dado resultado. Durante el período
1982-1988 sólo cinco países terminaron apoyando la postura británica
(4). Francia e Italia cambiaron su voto de abstención por favorable.
Debe destacarse también el cambio en la votación de los Estados
Unidos que pasó a apoyar las resoluciones de las Naciones Unidas.
Cabe recordar que en la votación de la Resolución 2065 (XX) de 1965
que por primera vez invitaba a las partes a iniciar negociaciones,
ese estado se había abstenido (5). A partir de noviembre de 1982,
los Estados Unidos votaron afirmativamente las resoluciones que
señalaban la necesidad de negociaciones para facilitar el proceso de
descolonización. Esto es considerado un cambio significativo (6).
En 1988, estos resultados llevaron al canciller Caputo a
declarar a la prensa que Gran Bretaña estaba "descolocada y
acorralada" por la presión internacional y agregó que "ningún país
puede pagar indefinidamente el precio del aislamiento" (7). Pero la
realidad pareció demostrar lo contrario en tanto el Reino Unido pudo
sobrevivir a esta censura y mantener su posición. Sin embargo, a
pesar del apoyo de los Estados Unidos en las votaciones existen
otros aspectos que deben considerarse. Cuando se comparan los
resultados de las votaciones post-Malvinas con los de las votaciones
anteriores al conflicto armado se observa que la guerra provocó una
disminución en el apoyo del Tercer Mundo a la Argentina. Al respecto
Gustafson nota que los 14 países que se abstuvieron en 1965 (Res.
2065) eran europeos y principalmente países blancos del
Commonwealth. En cambio, las 52 abstenciones en la votación de 1982
(Res. 37/9) incluyeron a muchos países africanos y otros del Tercer
Mundo (8). Entre los motivos que se dan para explicar esta
disminución se menciona el hecho que al apoderarse de las islas por
la fuerza, la Argentina había contrariando al espíritu prevaleciente
en las Naciones Unidas. También fue señalado el comportamiento del
gobierno militar que al mismo tiempo que enviaba "asesores" a Centro
América y cortejaba a Sudáfrica, un país que practicaba el
apartheid.
En el ámbito de la OEA, hacia fines de 1985, el gobierno
argentino evaluó que había obtenido un gran éxito diplomático cuando
logró que ese organismo reformara su carta para impedir la membrecía
de un posible estado malvinense independiente. En efecto, ahora el
artículo 8 de la carta dispone que la condición de país miembro
quedaba circunscripta a los estados independientes del continente
miembros de las Naciones Unidas a esa fecha (9).
Ante los No Alineados, el canciller Caputo insistió
repetidamente en señalar la voluntad pacífica y negociadora de su
gobierno y reiteró la invitación al Reino Unido "a reanudar las
negociaciones tendientes a solucionar la disputa de soberanía que
separaba a ambas naciones". (10).
Muchos analistas consideran que el debate en las Naciones
Unidas no tuvo efecto porque la presentación del tema se transformó
en lo que Beck califica como "rituales confrontaciones anuales" que
causaron "más daño que bien a las relaciones argentino-británicas"
(11). Se afirma que hasta 1989, el gobierno argentino había
depositado excesiva confianza en las Naciones Unidas. Dado que
finalmente, no importó cuantos países apoyaron las resoluciones
favorables a la posición argentina, "estas fueron poco exitosas en
aislar a Gran Bretaña" (12). Por su parte, el diplomático
norteamericano y experto en negociaciones internacionales Douglas
Kinney, expresó una idea similar pero, observó con cierta ironía que
del mismo modo en que los reclamos de otros estados miembros no se
resuelven por comunicados de los No Alineados, la Argentina no
recuperaría las islas "negociando con Mozambique" (13).
La posibilidad de un acuerdo negociado con la Argentina por
el estatus de las Falklands, y aún la normalización de las
relaciones fueron también afectadas negativamente por la
determinación de la señora Thatcher de mantener las ganancias de
1982. Se reconoce que esta decisión tuvo para el Reino Unido
"consecuencias diplomáticas, pero en general, han sido
sorprendentemente pequeñas y el gobierno ha podido sobrevivir
fácilmente con una oposición internacional a la postura británica
débilmente articulada" (14). Durante ese período los votos
favorables logrados por la Argentina en las Naciones Unidas fueron
irrelevantes en tanto el Reino Unido pudo sobrevivir a la censura de
ese cuerpo (15).
-
Otros frentes que
menciona fueron la oposición interna británica y otros países
con posibilidades de influir sobre Gran Bretaña. (Carta firmada
por Raúl Alfonsín a María Oliva para su tesis)
-
Kinney (1989),
259. Durante la guerra las Malvinas el régimen militar argentino
terminó por abrazar a Fidel Castro (recuérdese la imagen en los
noticieros argentinos del Canciller Costa Méndez estrechándose
en un abrazo con el mandatario cubano).
-
Doc. ONU
A/40/PV.5 (1985) citado por Gustafson (1988), 189.
-
Estos fueron Belice, Omán, Sri Lanka, Las
Islas Salmón, y Gambia (Beck 176).
-
Otros estados miembros que se abstuvieron
fueron Gran Bretaña, Canadá, Portugal, Francia, y otros nueve
países europeos y del Commonwealth. (Gustafson, 180)
-
Gustafson (1988),
180.
-
El Cronista
Comercial, 21-3-1988; Escudé y González de Oleaga (1996), 17.
-
Gustafson (1988),
180.
-
Escudé y González
de Oleaga (1996), 20-21.
-
Discurso ante la
Conferencia Ministerial de los Países No Alineados. Luanda,
Angola, 2 al 7 de septiembre de 1985.
-
Beck (1988), 176.
-
Makin (1992),
235.
-
Kinney (1989)
259-260.
-
Byrd (1988), 4.
-
Makin (1992),
231.
Esta información procede de
"Historia General de las Relaciones Exteriores de la Argentina" se
han vinculado solo los temas relacionados con Malvinas. Esta obra esta compuesta
de 14 tomos publicada por Iberoamérica y los Directores son Andrés Cisneros y
Carlos Escudé.
El presente material podrá ser utilizado con fines estrictamente académicos
citando en forma explícita la obra y sus autores. Cualquier otro uso deberá
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Historia de las Islas Malvinas
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