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18/03/2018 - fuente: Diario
EL LITORAL
Tras su identificación en Malvinas, Daniel Rodríguez descansará en su tierra natal
Daniel Andrés Rodríguez, a sus 16 años, partió rumbo a Buenos Aires en
búsqueda de un futuro mejor. Allí, comenzó a construirlo hasta que años después
fue convocado para combatir en Malvinas. Allí, junto con numerosos jóvenes,
luchó hasta el 7 de junio de 1982 y su cuerpo se quedó en el cementerio de Darwin
con la placa “Soldado sólo conocido por Dios”. Ahora fue identificado y su
familia pidió que lo trasladen a su tierra natal.
El miércoles 7 de marzo del 2018 quedará grabado en el calendario familiar de
los Rodríguez. Es que ese día, a las 13, representantes de organismos que
participaron del proceso de identificación de quienes murieron combatiendo
en Malvinas informaron que identificaron los restos de Daniel Andrés Rodríguez.
La noticia la recibieron cinco de sus seis hermanas: Marina, Alicia, Ada,
Lilian y Gladis.
Norma no pudo estar porque vive en Santo Tomé y la comunicación se concretó en
la casa que posee Marina en el barrio Pico de Oro de Villa Santa Rosa, en el
partido de Florencia Varela.
“Cuando nos dijeron que lo encontraron, nos abrazamos entre todas. Ahora recién
podemos hacer el duelo porque hasta el momento lo único que sabíamos es que
había fallecido en combate. Es lo que le dijeron a mis padres cuando después
de la guerra fueron a Buenos Aires a preguntar por él”, contó Alicia en diálogo
con El Litoral. Tras lo cual continuó diciendo que “ahora es diferente, ya que
sabemos dónde está y le manifestamos que nosotros queremos llevarlo a Santo
Tomé, queremos que descanse allí”.
Un pedido que quedó consignado en las documentaciones que firmaron ante la
presencia del escribano del Gobierno. Y fue durante esa reunión que también
le comentaron a las hermanas de Daniel que él tenía entre sus pertenencias
una maquinita de afeitar, una cajita de fósforos y un paquete de
cigarrillos. “Cuando escuché eso, le dije la marca y me preguntaron cómo sabía
eso. Le respondí que era porque los dos fumábamos la misma marca”,
añadió Alicia, quien fue la que recibió la última carta de Daniel.
En aquel escrito le contó: “Mañana a la tarde nos vamos a Malvinas”, también
pidió que rezaran por él “como lo harán las madres de los ingleses” .
Al recordar aquel mensaje, Alicia transmitió la emoción que sintió, parafraseando
lo expresado por su hermano.
Partida.
Antes de aquella partida, Daniel estaba escribiendo su propia historia. Era el
único varón que nació del matrimonio de Julia Guillén y Hermenegildo Rodríguez,
quienes vivían en Santo Tomé.
Pero a sus 16 años, en búsqueda de una fuente de trabajo que le permitiera
acceder a un futuro mejor, emigró hacia Buenos Aires.
Cuando fue convocado a combatir, tenía 20 años y trabajaba en la fábrica
metalúrgica Heredia en Quilmes (Provincia de Buenos Aires). “Su jefe le dijo
que cuando volviera, el puesto seguiría disponible. Pero él no volvió y cuando
se enteró de eso, por luto, cerraron un día la fábrica”, rememoró Alicia desde
su casa en Florencia Varela.
Despedida
Si bien el joven santotomeño vivía en Buenos Aires, al enterarse del conflicto,
decidió venir a su pueblo natal para estar con su mamá antes de ir a combatir a
las islas. Su hermana estimó que estuvo en suelo correntino por aproximadamente
un mes.
“Mamá nos contó que él le dijo que tenía el presentimiento de que no volvería,
que había soñado con eso”, remarcó Alicia. Al mismo tiempo, señaló que
“lamentablemente eso se cumplió”.
Sin embargo, aunque sabían que Daniel había fallecido, sus seres queridos querían
saber dónde estaba. Por eso, en mayo del 1993, dos de sus hermanas -Alicia y Ada-
visitaron el cementerio de Darwin. Luego, también lo hizo Lilian. Y ahora que ya
saben dónde está, arribarán nuevamente a la isla “mi hermana Ada y nuestra sobrina
Erica, la hija de Marina”, precisó Alicia en diálogo con este diario.
Antes de que este nuevo viaje se concrete, hoy habrá un encuentro especial. “Nos
juntaremos todas las hermanas en mi casa. Tenemos que firmar unas documentaciones
y queremos aprovechar para compartir tiempo juntas”, destacó Alicia, quien ayer
recibió la visita de Rosa Rodríguez. “Ella era su novia en aquel momento”,
especificó, al mismo tiempo aclaró que “sólo eran tocayos de apellido”.
Homenajes
Ella, después de tres décadas, ahora tiene la certeza de que Daniel yace en el
cementerio de Darwin, donde fue sepultado luego de fallecer el 7 de junio de
1982 en el monte Dos Hermanas.
Pese a que sus seres queridos, hasta días atrás, no sabían cuál de las tumbas
era la suya, nunca dudaron de que Daniel se convirtió en un héroe de Malvinas.
Un sentimiento que también lo comparten en Santo Tomé, donde una calle del
barrio San Martín lleva su nombre, al igual que la Escuela Nº 893 emplazada
en el paraje Atalaya. “Desde el 2005, dos años después del fallecimiento de
mamá, la bautizaron como Daniel Andrés Rodríguez. Y un año más tarde, también
partió nuestro padre”, subrayó Alicia que, ahora junto con sus hermanas,
anhela poder volver a Santo Tomé para que el soldado que se convirtió en
héroe pueda descansar en la misma tierra que lo vio nacer.
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