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Corrientes, 21/10/2007 - fuente: Diario El Litoral
ESPOSA DE EX COMBATIENTE CON DOBLE ROL FAMILIAR
Marta, empuje y pilar principal en la lucha cotidiana de Froilán
Está
junto a su marido en la más dura batalla que enfrenta el ex soldado por su
enfermedad. Se ocupa del hogar y de sus hijos. Que estén todos unidos es el
regalo que esta madre quiere en su día.
La familia Valenzuela. Froilán se apoya en ellos y Marta es el motor que los
impulsa a encarar cada día con optimismo.
Su dinamismo en la charla marca claramente el empuje de Marta, esposa de un ex
combatiente y madre incondicional. En los últimos años se puso al frente del
hogar a partir del deterioro de la salud de su marido, Froilán Valenzuela, quien
lucha contra la esclerosis múltiple con una ancha sonrisa y el apoyo de su
familia y amigos.
Están en la misma trinchera. Sus principales armas son el optimismo y la fuerza
interior para transitar cada jornada, aferrados a la vida. Marta está con
Froilán desde hace 20 años, tienen dos hijos, Claudio (de 13 años) y Luciana (o
Luz, de 5 años) y cumple el rol de padre y madre en la casa de los Valenzuela.
Su coraje contagia y anima a su esposo que por el considerable avance de su
enfermedad, secuela de la guerra, no puede caminar y tiene problemas con el
habla.
Nada es un obstáculo en el hogar “y luchamos cada día porque él tiene
esclerosis, pero decimos que todos lo tenemos y de esa forma sobrellevamos la
situación. Siempre alegres, con optimismo”, remarca Marta en la charla con El
Litoral que es seguida con atención por Froilán.
“Todo es positivo en esta casa, porque hay otras cosas que son peores”, insiste
y emociona. “Siempre trato de rescatar lo positivo de todo, tanto como madre o
como esposa”, acota.
Marta está siempre al lado de Froilán, lo atiende, lo acompaña. “Todo el día
hablo con él y disfrutamos de los pequeños momentos. El otro día teníamos un
compac de música romántica que le gusta tanto a él; entonces lo levanté y nos
pusimos a bailar”, contó. El ex combatiente no paraba de reírse al escuchar esa
anécdota.
La mujer también no deja de estar atenta a sus hijos y sobre este rol dice que
exige a sus chicos con el estudio “porque tienen todo para dedicarse al colegio.
Yo no pude hacerlo porque desde los ocho años trabajé”, recordó.
“Así, trato de estar en todo; cada día luchando”, dice y agrega después que
cotidianamente tienen que hacerlo “porque es la vida que nos tocó”, afirma. Esa
lucha se traduce también en las obras de refacción en su casa que Marta encargó
para comodidad de toda la familia.
La mujer se multiplica en tareas: la atención a Froilán, la tarea en la cocina,
el estudio y la salud de sus chicos, la infraestructura hogareña, los trámites
por los servicios, etcétera, etcétera.
¿El mejor regalo que quiere recibir en el Día de la Madre? “Estar todos juntos
en familia y que Dios así nos mantenga”, dice en la despedida. (G.L.)
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